viernes, 19 de febrero de 2010

Un papelón de jamón


No sabía como empezar a contar esta historia, algunas veces te preguntas,¿ hay Dios?, otras lo llamamos casualidad, otras suerte y otras destino, lo unico que se, que muchas veces pasan cosas inespicables,como esta que os voy a contar.
Situamos los hechos, año de 1940 y tantos plena poz guerra,en la sierra norte de Sevilla en el pueblo de Alanis de la Sierra.
En este lugar como en casi todos la mayoria de habitantes son familia y la otra mitad tambien, vivia una señora que tenia marido e hijos se llamaba Amalia, seguro que todabia la recuerdan muchos del lugar.
Amalia tenia el casino del pueblo y personas trabajando con ella, su marido se ocupaba del campo, cuando sus hijos fueron mayores tambien le alludaban a las tareas de la casa.
Cuando Amalia sabia de alguien que pasaba necesidad, alli estaba ella dejando a la puerta un cesto con comida, sin que nadie lo supiera.
Tenia familiares a los que socorria y fue amonestada por las autoridades competentes, que le dijeron "Amalia esto te puede acarrear problemas", el motivo que esos parientes eran de izquierdas, a lo que ella contesto,"son mi familia y tienen hambre".
Como puede verse Amalia era una mujer discreta, temerosa de Dios mejor esposa y madre, no tube la suerte de conocerla, pero si a sus hijas y puedo decie de tal palo, tal astilla.
Bueno sigamos la historia, quien es de pueblo sabe que en esa época se hacian matanzas en agunas casas se amasaba el pan y se tenian algunos animales.Todas estas cosas ademas del uso domestico,tambien para su posterio venta.
Amalia era el paño de lagimas de muchas gentes,en esas fechas se dieron muchos casos de tifus en Alanis y murieron jovenes y viejos.
Enfrente de la casa de Amalia vivia una amiga, que tenia una hija con esta enfermedad, que posiblemente moriria, como cualquier madre se preocupaba por su niña, que no comia casi de nada.
Esta vecina fue a casa de su amiga a pedirle un poquito de jamon para la pequeña, era lo unico que le pedia, Amalia no se lo pudo dar, se le habia terminado.
Entonses las dos amigas acordaron ir cada una por un lado del pueblo, a vuscar por las tiendas el jamon.
Las dos volvieron la rato a casa de Amalia resgnadas y lamentandose no habia jamón por ningun sitio.
La vecina de Amalia se despidio, se iva a su casa conpujida y triste no podia darle a su hija el jamon que le pedia.
Solo habia pisado la puerta cuando empezo a chillar y volviendose llamaba, "Amalia, Amalia" gritaba como una poseza "mira, mira lo que me he encontrado en la puerta de tu casa" y hata lo he pisado, la mujer mostraba a su amiga un papelon de jamon.
¿ En la puerta de Amalia?, ¿ quién lo puso alli?, Dios, la casualidad, la suerte o el destino.
Lo cierto es que nadie reclamo el papelon de jamon y la que lo vivio y me lo conto es un hija de Amalia, hoy mi vesina

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