viernes, 8 de abril de 2011

Carta de amor al amor

Querido amor:
No tomes mi carta como una queja o reproche, solo es contarte mis cuitas, que intento responderme y a las mil preguntas o soluciones y a tantas dudas, que escapan a mi entender.
¿Por qué tu amor duele tanto cuando se pierde?, ¿quién te comprende y razona?.
Nadie y explicarlo mucho menos.
Cada corazón amor, lo siente y lo sufre a su manera, eres tan fácil y difícil a la vez.
No asimilo, ni comprendo, que tu amor hagas sufrir a nadie.
¿Son los otros o yo?, los que te tiranizamos, acaparamos y asfixiamos.
Sí, tú, amor, eres amor para amar.
Te quieren echar la culpa, hasta cuando dicen: "¡ La mate por amor¡". !Qué barbaridad!.
Amor, querido, tendría que ser una Béquer, para decir lo que eres para mí, reúnes tantas cualidades, desde la comprensión a la entrega, del silencio ala igualdad, de la lealtad a la empatía, del respeto a la mirada de amor, que te cubre de arriba a bajo y envuelve, como un cálido rebozo, en las frias noches de invierno.
¡Ay!. Amor me gustas tanto, que me sería imposible vivir sin ti, por eso no entiendo, cómo media humanidad, pasa de tu amor, ni te creen, ni quieren.
La razón es que el mundo va, como va, de culo. Si eres amable y nada egoista, noble y no tirano, generoso y nada ambicioso, das sin pedir nada a cambio, si tu entrega es absoluta.
¿Qué es lo que pasa amor?, "que no me lo esplico".
Al parecer ahora todo vale, que tienen prioridad otras cosas y que los valores del ser están en crisis, como la economia del mundo, ya no tienen significado las palabras de amor, que te acarisian y eriza el bello, al sentirte amada y deseada y el corazón estallando de emoción y el alma henchida de felicidad, con todos los poros de tu piel vivos y ese brillo especial en los ojos, donde se puede leer el amor.
No creas amor, que tu andar es facil o un camino de flores, de eso nada, es más bien un sendero con rosas, incluidas las espinas, pero hay estás tú, con tu amor, para ayudarnos a sobrellevar los pesares de la vida, te necesitamos tanto.
Cómo duele si una e las partes no es correspondida, se sufre tanto que al corazón lo lacera la angustia, lo embarga y traspasa.
Sé que no tienes la culpa, que somos los viles mortales, los que no te comprendemos y damos un mal uso, confundiendo amor por sexo y, claro está, llega el desastre y el desencanto y el desamor no llega porque no fue amor.
Amor querido, ¿cómo pueden pasar estas cosas?. Qué torpes somos, con lo listo que nos creemos, cuando eres un compendio de mezcolanza, explociones y rebujinas de sensaciones, como una primavera lo inundas todo de colores, fragancias y sabores; es que tú, amor, sabes a gloria bendita.
¿Sabes lo que pienso amor?, que como todo en la vida, tu también tienes tus reglas y nosotros, los humanos, todavia no la hemos aprendido como tú mereses.
Espero que te gusten estas reglas o normas, no, mejor, sentimientos. Primero gustarse, y tú a mí me gusras lo indecible, luego quererse, te quiero hata el infinito y, por último, amarse.
Te amare mientras mi cuerpo tenga un halo de vida.
Porque ni todos los tesoros del mundo equivalen a lo que pasa, y hay, entre un hombre y una mujer: que se gustan, quieren y aman.
Son tres cosas distintas, pero cuando se unen es como tocar el cielo con las manos.
Eso es amor, todo lo demás es sucedaneos. Vale.
P.D. No dejes que te utilicen ni comparen, como si fueras una tasa de café, sólo tú puedes mover el mundo.
Con todo mi amor Pilar